IMPRENTA
En 1456 apareció el primer libro impreso. Fue una Biblia en latín, impresa por Johannes Gutenbergt.
No se sabe como fabricó sus tipos, porque hasta 1540 no aparece descripta la fundición de tipos. Los tipos se hacían vertiendo metal fundido una matriz de cobre, formada grabando una lámina de cobre con un carácter labrado en acero. El metal utilizado era una aleación de estaño y plomo, endurecida con antimonio.
Durante dos siglos y medio no hubo cambios significativos en los procedimientos básicos de imprimir. Los tipos de metal se componían a mano formando páginas llamadas formas, las cuales se entintaban y se imprimían en hojas de papel con una prensa manual.
En 1795, Firmin Didot consiguió reproducir planchas para imprimir estereotipos, a partir de tipos ya compuestos.
Al año siguiente, Aloys Senefelder inventó la litografía. Quería un método eficaz para imprimir partituras musicales, las dibujó al revés en una piedra plana, utilizando tinta compuesta de cera, jabón y negro de humo. Su idea original era grabar la piedra atacándola con ácido, pero sus experimentos dieron por resultado un sistema de grabación distinto, basado en la repulsión entre la tinta grasa y el agua.
La estereotipia de Didot fue perfeccionada por Charles Stanhope quien utilizó yeso para construir los moldes de las páginas compuestas. Se vertía el metal fundido en los moldes para obtener planchas de imprimir sólidos, cada una de las cuales correspondía a una página.
Friedrich König construyó en 1811 la primera prensa mecánica eficaz, en la que una serie de rodillos, cubiertos de cuero y entintados, mediante un depósito de tinta, mojaban automáticamente los tipos por una platina de impresión. Esta prensa, movida a vapor, era automática, solo debía ponerse y retirar el papel manualmente. Durante el siglo XIX, el inventó siguió perfeccionándose.
No se sabe como fabricó sus tipos, porque hasta 1540 no aparece descripta la fundición de tipos. Los tipos se hacían vertiendo metal fundido una matriz de cobre, formada grabando una lámina de cobre con un carácter labrado en acero. El metal utilizado era una aleación de estaño y plomo, endurecida con antimonio.
Durante dos siglos y medio no hubo cambios significativos en los procedimientos básicos de imprimir. Los tipos de metal se componían a mano formando páginas llamadas formas, las cuales se entintaban y se imprimían en hojas de papel con una prensa manual.
En 1795, Firmin Didot consiguió reproducir planchas para imprimir estereotipos, a partir de tipos ya compuestos.
Al año siguiente, Aloys Senefelder inventó la litografía. Quería un método eficaz para imprimir partituras musicales, las dibujó al revés en una piedra plana, utilizando tinta compuesta de cera, jabón y negro de humo. Su idea original era grabar la piedra atacándola con ácido, pero sus experimentos dieron por resultado un sistema de grabación distinto, basado en la repulsión entre la tinta grasa y el agua.
La estereotipia de Didot fue perfeccionada por Charles Stanhope quien utilizó yeso para construir los moldes de las páginas compuestas. Se vertía el metal fundido en los moldes para obtener planchas de imprimir sólidos, cada una de las cuales correspondía a una página.
Friedrich König construyó en 1811 la primera prensa mecánica eficaz, en la que una serie de rodillos, cubiertos de cuero y entintados, mediante un depósito de tinta, mojaban automáticamente los tipos por una platina de impresión. Esta prensa, movida a vapor, era automática, solo debía ponerse y retirar el papel manualmente. Durante el siglo XIX, el inventó siguió perfeccionándose.
